Normalmente, la valoración de cualquier activo productivo de una empresa, ya sea un inmueble o maquinaria, se entiende implícita en cualquier Valoración que se realice por el
Método de Descuento de Flujos de Caja. Después de todo, una empresa que tiene que pagar un alquiler por sus instalaciones, por ejemplo, tendrá un Flujo de Caja Libre menor que otra empresa que no tenga que pagar ese alquiler por tenerlas en propiedad. En consecuencia, la segunda empresa valdrá más que la primera, y la diferencia se debe a esos activos en propiedad.
El problema está en que, en el caso de empresas cuyos activos inmobiliarios forman una parte significativa de su patrimonio, especialmente si se han revalorizado, el hecho de seguir esta teoría de valoración de forma estricta puede penalizar el resultado: no tiene la misma tasa de riesgo una inversión en un negocio que una inversión en un inmueble.
En eValora ofrecemos, para empresas en esta situación, tanto la
Valoración Completa como el Servicio de
Valoración a Medida. Ambos tipos de valoración (aunque este último en más detalle) simulan qué pasaría si el negocio productivo de la empresa estuviera separado de su »negocio inmobiliario», y el primero pagara un alquiler de mercado al segundo. Al final, el Valor de la Empresa sería la suma del valor del
negocio productivo más el valor del
negocio de alquiler de esos inmuebles.
Esto no significa que eValora realice una tasación de los inmuebles de la empresa. Para ello existen ya empresas especializadas. Simplemente, y sólo en las dos modalidades de valoración más sofisticadas, tenemos en cuenta esta tasación (o estimación de valor, cuando no hay tasación), expresamente a la hora de calcular el valor de mercado de una empresa.